La jubilación es un momento crucial en la vida laboral, aunque existe la opción de hacerlo antes de tiempo. En este sentido, es esencial asegurarse de obtener los mejores resultados al negociar con su empresa y la Seguridad Social. En este artículo, hablaremos de qué aspectos debe considerar para optimizar tu retiro, qué requisitos existen y cuánto puedes llegar a cobrar cuando negocies un acuerdo de prejubilación.

¿Cuál es la diferencia entre prejubilación y jubilación anticipada?

La prejubilación no está regulada por la Seguridad Social ni se encuentra dentro de los tipos legales de jubilación. Es un acuerdo voluntario entre el trabajador y la empresa, en el que el empleado decide dejar de trabajar antes de alcanzar la edad legal de jubilación. En la prejubilación, generalmente se establecen acuerdos sobre la finalización del contrato laboral, los beneficios económicos y otros aspectos específicos.

Por otro lado, la jubilación anticipada está reconocida y regulada por la Seguridad Social. Permite a los trabajadores acceder a la jubilación antes de la edad legalmente establecida, siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos. Estos requisitos pueden incluir el tiempo de cotización, la edad mínima requerida y otras condiciones establecidas por la legislación vigente. La jubilación anticipada es una opción que ofrece la Seguridad Social para aquellos que deseen retirarse antes de la edad normal de jubilación.

Mientras que la prejubilación es un acuerdo voluntario entre el trabajador y la empresa, la jubilación anticipada es un beneficio ofrecido por la Seguridad Social y está sujeta a requisitos específicos establecidos por la legislación. Es importante tener claridad sobre estas diferencias al momento de considerar opciones de retiro anticipado.

¿Cuáles son los requisitos para negociar un acuerdo de prejubilación?

En España, la prejubilación puede ser una opción viable para los trabajadores que se encuentran en una situación de desempleo, y que tienen una edad cercana a la de la jubilación. Esta opción se suele dar en el contexto de procesos de reestructuración empresarial, donde los trabajadores pueden acceder a la prejubilación como parte de un acuerdo individual o colectivo.

Los requisitos para acceder a la prejubilación son claros. El trabajador debe tener al menos 55 años al momento de la reestructuración y no poder acceder a la jubilación anticipada debido a la falta de edad y años cotizados. Además, debe contar con una antigüedad en la empresa y suficientes años cotizados en la Seguridad Social.

El acuerdo de prejubilación se firma con la empresa y se establece un convenio especial con la Seguridad Social. Este convenio especial establece que la empresa se hace cargo de las cotizaciones del trabajador prejubilado, desde el cese o finalización de las prestaciones por desempleo, hasta que el trabajador alcance las condiciones para la jubilación anticipada.

Es importante destacar que la prejubilación no está regulada por la Seguridad Social, ni se incluye dentro de los tipos legales de jubilación. Por lo tanto, no se debe confundir este término con la jubilación anticipada, que no es más que la posibilidad por parte de la Seguridad Social de acceder a la jubilación antes de la edad legalmente establecida, cumpliendo con una serie de requisitos.

¿Cuánto se cobra en la prejubilación?

La cantidad que se cobra en la prejubilación puede variar según el acuerdo alcanzado entre el trabajador y la empresa. Por lo general, la empresa pagará una indemnización al trabajador como parte del acuerdo de prejubilación. Esta indemnización suele consistir en pagos mensuales, aunque también puede ser una cantidad fija. Estos pagos suelen corresponder a un porcentaje del sueldo del trabajador.

Es importante destacar que, desde el punto de vista legal, el trabajador en situación de prejubilación seguirá cotizando a la Seguridad Social como si estuviera en activo. Esto se realiza a través de un convenio especial entre la empresa y la Seguridad Social, normalmente establecido para mantener la cotización durante este período.

La situación de prejubilación es compatible con la prestación y el subsidio por desempleo, hasta que el trabajador pueda acceder a la pensión por jubilación. Esto significa que, en algunos casos, el trabajador puede tener derecho a recibir prestaciones o subsidios por desempleo durante el período de prejubilación.

Es fundamental consultar con un asesor fiscal para obtener información precisa sobre los montos específicos y los beneficios relacionados con la prejubilación, ya que pueden variar según el país, la empresa y los acuerdos individuales establecidos. Recuerda que todos los socios de Club MAPFRE, cuentan con este servicio.