Para entender qué es la demanda inelástica, conviene recordar que entre la oferta y la demanda de un bien o servicio existe una relación directa: si la demanda es alta, la oferta que hay en el mercado también deberá ser alta.

Generalmente, los productos son sensibles a los cambios del precio. De tal manera, que un simple aumento en su precio produce una fuerte bajada en la demanda de dicho producto. Del mismo modo, una pequeña bajada en su precio originará una fuerte subida en la demandada del mismo.

En economía, la medida que se utiliza para mostrar el grado de respuesta de la cantidad demandada de un bien o servicio a los cambios en el precio de dicho bien o servicio recibe el nombre de elasticidad o elasticidad precio de la demanda. En otras palabras, la elasticidad demanda-precio o simplemente elasticidad de la demanda, mide la intensidad con la que responden los compradores a una variación en el precio.

Existen distintos tipos de demanda. Trataremos de la denominada demanda inelástica que, aunque es poco conocida, tiene una gran importancia a nivel microeconómico.

Demanda inelástica, ¿qué es?

La demanda inelástica es aquella que se muestra poco sensible ante un cambio en el precio. Es decir, que las variaciones que se producen en el precio de un bien o servicio tienen un efecto relativamente pequeño o nulo en la cantidad demandada de aquel bien o servicio.

Existe una variante (la demanda inelástica perfecta) que se da cuando la demanda no varía absolutamente nada al subir o bajar los precios.

Es difícil encontrar algún ejemplo de demanda inelástica perfecta. Si existe en la realidad, tal vez se trate de alguna medicina. El ejemplo clásico que se pone para aclarar el concepto es el de la insulina. Este medicamento es vital para las personas diabéticas, por lo que la demanda será siempre la misma por mucho que suba el precio.

Factores determinantes de la demanda inelástica

Existen varios factores que pueden determinar la inelasticidad de la demanda:

  • La escasa o nula existencia en el mercado de productos sustitutivos provocará que la demanda no baje, aunque suba el precio.
  • Cuando un bien es considerado como imprescindible tendrá una demanda más inelástica, es decir, habrá menos reticencia a seguir consumiéndolo o demandándolo a pesar del incremento de su coste.
  • Aunque no siempre es así, la demanda tiende a ser más inelástica en el corto plazo.
  • La proporción de los ingresos del consumidor dedicados a adquirir bienes o servicios. Si el gasto del consumidor es estable, no renunciará a ese producto o servicio, aunque suba su precio.

Ejemplo de bienes con demanda inelástica

Fuente: https://bit.ly/3bLOYgd

Algunos ejemplos de bienes que poseen una demanda inelástica son los siguientes:

  • Los medicamentos, especialmente los que son necesarios para vivir y no tienen un sustitutivo en el mercado, como la insulina.
  • El tabaco y otros aditivos, ya que está comprobado que, aunque varíe su precio, sus consumidores los van a seguir adquiriendo.
  • Los suministros domésticos (la luz, el agua, el gas…) que se siguen consumiendo por mucho que suba su precio, porque son productos esenciales.

¿Qué implica la demanda inelástica en el mercado?

Para el comercio es muy importante conocer lo que pasará con la demanda si suben o bajan los precios de cualquier producto o servicio. Si la demanda es elástica, una bajada en el precio puede acarrear muy buenos beneficios al aumentar las ventas en una proporción mayor al cambio en el precio.

Por el contrario, para los consumidores, una mayor presencia de productos de demanda inelástica en el mercado puede suponer un inconveniente, porque implica que se verán obligados a adquirir esos bienes o servicios por mucho que aumente el precio, como ocurre actualmente con la luz, el gas y los carburantes.

Una de las razones para aplicar impuestos adicionales a productos como el petróleo o los cigarrillos es precisamente la inelasticidad que tienen estos bienes en el largo plazo. Las personas no tienen más remedio que asumir la elevación de sus precios e incorporarlos resignadamente a sus hábitos.

Para estos y otros casos similares, es esencial conocer la elasticidad de la demanda.