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Muchas personas creen que tener una sola cuenta bancaria es suficiente para su modesta economía. Tal vez piensen que tener dos o más cuentas bancarias puede ser complicado ya que supone tener varias tarjetas, diferentes IBAN, distintas condiciones…
Pero en ocasiones, tener una sola puede ser arriesgado y contraproducente. Por ejemplo, si el banco decidiera bloquear la cuenta, o si se pierde la tarjeta, o no funciona la app del banco, etc. En estos casos, una segunda cuenta puede venir muy bien para solventar esas dificultades y poder disponer de dinero.
¿Por qué tener dos o más cuentas bancarias es beneficioso?
Existen varios motivos para tener dos o más cuentas bancarias, aunque todo depende de la situación de cada persona. Lo que sí es imprescindible, para que el asunto funcione, es ser organizado.
Separar los ingresos según un objetivo
Las cuentas bancarias son instrumentos financieros muy útiles que están diseñadas para ayudar a conseguir diferentes objetivos.
Una cuenta podría resultar útil para las transacciones frecuentes del día a día (cobro de nómina o pensión, transferencias, domiciliación de recibos, bizum, retirar efectivo, pagar facturas…) y otra para acumular ahorros o hacer inversiones.
Aprovechar las promociones y ventajas de los bancos
Se pueden aprovechar las ventajas que ofrecen las entidades bancarias para captar nuevos clientes (regalos, descuentos, promociones, tarjetas extras, exención de comisiones, etc.).
Actualmente, muchas entidades permiten abrir una cuenta de forma gratuita y sin necesidad de domiciliar ingresos ni recibos.
Acceso a un mayor número de cajeros
Lógicamente, el abanico de cajeros se ampliará si se dispone de más de una cuenta.
Además, si se tienen varias cuentas, se puede disponer de varias tarjetas y, consecuentemente, de más dinero para pagar, si es necesario.
Los topes de las cuentas
Este es uno de los motivos más importantes por el cual muchas personas tienen varias cuentas, porque exceden el tope que cubriría el Fondo de Garantía de Depósitos que ofrece una cobertura máxima de 100.000 euros por entidad y titular para garantizar todos los depósitos realizados en cuentas de ahorro, cuentas corrientes, depósitos a plazo fijo, así como los depósitos en valores, constituidos en las entidades de crédito.
Si se reparten los depósitos entre varias entidades, se conseguirá que la garantía del FGD cubra más capital.
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Tarjeta perdida o robada
Tener una sola tarjeta en el caso de que esta se pierda o la roben, puede suponer un importante contratiempo y más en los tiempos actuales en los que el dinero de plástico es el medio más común para realizar pagos.
Además, habrá que esperar unos días hasta que manden la nueva tarjeta en los que va a resultar complicado poder hacer compras.
Recuerda que si dispones de un buen Seguro de Hogar MAPFRE tendrás cubierto el uso fraudulento de tus tarjetas de crédito.
Bloqueo de cuentas
Si el banco bloquea la cuenta (cosa que puede ocurrir por muchos motivos: DNI o NIE caducados, recibir transferencias por grandes cantidades de terceros países, tener ingresos más cuantiosos de lo habitual…), el titular se quedará sin poder utilizar su dinero hasta que acredite el origen y la legalidad de dichas operaciones.
Si se dispone de dos o más cuentas, este problema se diluye.
Problemas con la ‘app’ del banco
El sistema informático de las páginas web o las apps puede dar problemas en el momento más inoportuno como cuando se pretende a través de los canales digitales validar una compra, hacer una transferencia, abonar un recibo, etc.
Ante contratiempos como estos, disponer de otra cuenta en otra entidad puede ser de gran ayuda.
