Para el ahorrador, un plan de pensiones es una inversión a largo plazo en la que sus aportaciones repercutirán en un fondo, del que podrá disponer en el futuro cuando los ingresos salariales hayan cesado.

Su funcionamiento es sencillo: el titular invierte su dinero en el plan y los gestores hacen crecer ese dinero atendiendo a los límites marcados en la política de inversión de dicho plan.

Este tipo de productos financieros tienen ventajas interesantes que merece la pena conocer.

Reducción del IRPF, principal ventaja de un plan de pensiones

Las aportaciones realizadas a este producto financiero, además de generar intereses, sirven para desgravar en la declaración de la renta. En otras palabras: la cantidad aportada al plan reduce la base imponible y, por ende, el IRPF.

Además, dado que este impuesto es progresivo, cuanto mayor sea el nivel de ingresos del partícipe, mayor será el ahorro en la declaración de la renta.

Por ejemplo, si destinas 5.000 euros al plan de pensiones y tus ingresos han sido de 20.000 euros, de cara a Hacienda será como si hubieses ganado 15.000 euros.

Diferentes planes para cada perfil de riesgo

Existen diferentes modalidades adaptadas a cada perfil de riesgo, tanto para los más conservadores -renta fija- como para los más arriesgados -renta variable-.

Puesto que otra de las ventajas de los planes de pensiones es que no se penalizan los traspasos de los mismos, se puede ir modificando el porcentaje de renta variable y fija en función de las necesidades económicas o de la edad, con el fin de incrementar el ahorro final (en este enlace te contamos cuál es el nivel de riesgo recomendable según la edad).

En líneas generales, los expertos recomiendan apostar por renta variable, con mayor rentabilidad, cuando se es joven y, a medida que se acerca uno a la edad de jubilación, asegurar el ahorro con renta fija, como el Plan de Pensiones MAPFRE Renta, con un límite máximo de aportación de 8.000 euros en el que se incluyen las aportaciones del trabajador y las de la empresa en caso de planes de empleo.

Libertad en las aportaciones

https://bit.ly/3p3mBLX

A diferencia de otros productos financieros con rentabilidades, en los planes de pensiones el inversor no tiene la obligación de abonar la misma cantidad al mes, sino que puede variarla en función de sus necesidades, su situación personal en ese momento o los objetivos que busque. Incluso puede elegir entre hacer aportaciones esporádicas o periódicas.

Posibilidad de rescatar el plan antes de tiempo

Los planes de pensiones son productos diseñados con el objetivo de generar un ahorro de cara a la jubilación y complementar así la cuantía de la pensión pública. No obstante, ante ciertas situaciones críticas es posible hacer uso de su liquidez antes del retiro laboral. Las circunstancias que permiten el rescate del plan antes de tiempo son:

  • Incapacidad total.
  • Enfermedad grave.
  • Situación de dependencia.
  • Fallecimiento del partícipe.
  • Paro de larga duración.
  • Pasados 10 años desde la contratación del plan (contando desde el 1 de enero de 2015).
  • Un desahucio de la vivienda habitual.

Oportunidad de inversión a nivel mundial

Vivimos en un mundo globalizado en el que las oportunidades de inversión pueden estar en países y negocios muy alejados de nuestras fronteras. Por ello, otro de los beneficios de los planes de pensiones es que pueden invertir en lugares más allá de nuestras fronteras, por lo general en activos fijos o variables de países de la Unión Europea o en sociedades del Espacio Económico Europeo.

Para estos ahorradores con visión global existen los Planes de Pensiones MAPFRE Jubilación Activa en los que se invierte entre un 50 y un 100 por cien en renta fija internacional y un máximo de un 50 por ciento en renta variable global, siempre de manera segura.