Un ERE y un ERTE son dos caras de una misma moneda y es importante tener claro cómo funciona cada uno, los derechos como trabajador y las obligaciones de la empresa.

Ambos están regulados por el Real Decreto Ley 3/2012, pero implementan como instrumentos distintos, que cumplen funciones diferentes y responde a situaciones económicas, técnicas, organizativas o de producción dispares. En otras palabras, habrá un momento para iniciar un ERTE y otro para hacer un ERE.

La principal diferencia entre un ERE y un ERTE es la duración. Mientras que el ERTE es temporal, un ERE es definitivo. No hay vuelta atrás ni posibilidad de volver al puesto de trabajo.

Esta no es la única diferencia entre ambos expedientes de regulación de empleo, que es lo que son ambas herramientas. Las obligaciones de la empresa, derechos del trabajador y fiscalidad también cambian según la empresa inicie un ERE o un ERTE.

Así es cómo funcionan en cada caso.

¿Qué es un ERTE?

ERTE se refiere a un Expediente de Regulación Temporal de Empleo y se recoge en el artículo 47 del Estatuto de Trabajadores. Lo que define a esta herramienta es su carácter temporal. Sus consecuencias se extienden por un periodo de tiempo determinado y no son definitivas.

  • La aplicación de un ERTE en una empresa no implica ningún despido, sino medidas o suspensiones temporales que afectan al trabajo de parte de la plantilla o toda. En otras palabras, que parte de la plantilla deja de trabajar y de cobrar el salario durante un periodo de tiempo.
  • La empresa afectada siempre sigue en activo para intentar salir de la situación que ha provocado la modificación o suspensión temporal mediante ERTE, de la relación contractual que mantenía con su plantilla o parte de la misma. El objetivo final del ERTE es recuperar en algún momento la actividad normal de la empresa.
  • El ERTE, por lo general, se aplica a toda una plantilla o a toda una sección determinada de una empresa, aunque no siempre tiene por qué ser así.
  • Puede implicar la disminución de la jornada para el trabajador o periodos temporales de baja total, pero no son situaciones de desempleo o paro definitivas. El trabajador puede beneficiarse de un pago porcentual -por horas- en función de la afectación del ERTE y siempre que se tenga derecho a ello, de acuerdo con las condiciones generales. También en los casos de suspensión temporal del contrato.
  • Es siempre temporal y no existe una duración máxima estipulada por ley para la duración de las consecuencias de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo; por lo que puede alargarse en el tiempo, tanto y como sea necesario, mientras que la empresa demuestre seguir sufriendo las mismas causas que provocaron y posibilitaron el ERTE. Sin embargo, las empresas suelen dar una serie de plazos al solicitar la apertura del ERTE.

Derechos de los trabajadores en ERTE

Los trabajadores tienen ciertos derechos durante un ERTE, aunque uno de ellos no es el de recibir una indemnización por despido. Y es que, este tipo de expediente no supone el final de la relación laboral, sino una suspensión temporal.

Además, tampoco tendrán derecho a rescindir su contrato y cobrar el paro, por ejemplo. Para el SEPE hacerlo sería como dejar voluntariamente el empleo y eso no da derecho a percibir la prestación por desempleo.

Sin embargo, sí que recibirá una protección por desempleo si ha trabajado más de 360 días en los 6 meses anteriores al ERTE. El tiempo que dure el ERTE el trabajador estará consumiendo parte de su paro, aunque por horas y no por días si se trata de una reducción de jornada.

Mientras dure el ERTE, el trabajador cobrará un 70% de la base reguladora de su salario durante los primeros 180 días y del 60% a partir del día 181.

Una vez finalice el ERTE, el trabajador tiene derecho a reincorporarse a la empresa en las mismas condiciones de antes del expediente.

¿Se puede trabajar en otra empresa durante un ERTE?

Sí, se puede trabajar para otra empresa porque el ERTE suspende la relación laboral con la compañía donde se está contratado. Eso sí, es necesario avisar al SEPE, ya que se dejará de recibir la prestación por desempleo, salvo que el trabajo sea temporal.

Además, en caso de finalizar el ERTE habrá que escoger entre volver a la empresa o quedarse en el nuevo trabajo.

¿Me pueden despedir durante el ERTE?

La respuesta también es afirmativa, la empresa puede despedir a los trabajadores durante el expediente temporal por motivos disciplinarios o no renovar su contrato de trabajo.

Por último, los ERTE de reducción de jornada seguirán generando derecho a vacaciones, aunque no los ERTE con suspensión del contrato.

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¿Qué impuestos se pagan por un ERTE?

Los ERTE no están exentos de tributar en el IRPF, como tampoco lo está la prestación por desempleo.

Al hacer la renta, el dinero de los ERTE se considera un pagador más. Esto quiere decir que los ERTE afectan a la obligación de hacer la renta, por un lado, y que habrá que pagar impuestos como renta del trabajo, por otro.

En el primer caso, si has cobrado menos de 22.0000 euros del ERTE y es tu único pagador, estarás exento de tributar. Sin embargo, la cosa cambia si has tenido otro pagador (la empresa). En ese caso tendrás que presentar la renta si has cobrado más de 14.000 euros en total y más de 1.500 euros del segundo pagador, sea la empresa o el ERTE, según el orden de los acontecimientos.

¿Qué es un ERE?

Frente a los ERTE están los ERE, que son las siglas de Expediente de Regulación de Empleo y cuyas consecuencias son irrevocables. Este tipo de expediente está regulado por el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores.

  • En un ERE los despidos son efectivos y, de hecho, firmes, en todos los casos, siempre que se hagan conforme a ley.
  • El ERE se aplica principalmente, al margen de sus causas o razones, cuando la empresa que lo solicita cesa por completo su actividad: echa el cierre. Sin embargo, también hay otros supuestos para un ERE, que no implican en cese de la actividad empresarial y suele ser selectivo, buscando la disminución del número total de empleados. Por ejemplo, un trabajador por departamento o sección es despedido definitivamente por la empresa, acogiéndose a alguna de las causas que exige la aplicación del ERE.
  • Los trabajadores afectados por un ERE consolidado, si tienen derecho a ello y cumplen con las condiciones idóneas, pueden disfrutar de su prestación por desempleo -paro- de forma completa.
  • El ERE tiene duración indefinida, ya que es un despido en toda regla.

Derechos de los trabajadores en un ERE

Un ERE marca el final de la relación laboral, pero como afecta a un grupo de trabajadores, incluye una serie de derechos adicionales para los empleados.

El primero es que se puede pactar una indemnización por despido superior a la legal. De hecho, suele ser habitual hacerlo cuando afecta solo a una parte de la plantilla y la empresa no está en riesgo real de quiebra.

En cualquier caso, el trabajador puede impugnar el despido individualmente si lo considera oportuno.

Además, si el ERE afecta a más de 50 trabajadores, la empresa está obligada a ofrecer un plan de recolocación externa. Por supuesto, en caso de ERE, el trabajador tendrá derecho a cobrar el paro si reúne las condiciones para hacerlo.

¿Cómo tributa un ERE?

Un ERE tributa exactamente igual que cualquier otro tipo de despido. Es decir, la tributación de la indemnización por despido no cambia y estará exenta de tributar en la renta siempre que no supere los 180.000 euros.

El exceso sí que habrá que incluirlo en el IRPF como un rendimiento de trabajo.

La evolución, flexibilidad y cambio que marcan las condiciones económicas y del mercado laboral actual hacen necesarias que el trabajador cuente con instrumentos propios y adaptados de ahorro, para poder hacer frente a sus necesidades futuras, pero también a sus capacidades económicas de cada momento.

En este sentido, si te ves afectado por una situación de estas características, recuerda que con el Seguro de Defensa Jurídica MAPFRE encontrarás profesionales expertos que te ayudarán en cada momento.

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