Ya en 2012 muchos de los españoles (63%) reconocían haber tenido que tirar de sus ahorros para afrontar los gastos, e incluso un 23% había tenido que pedir ayuda a un familiar o un amigo. El principal problema surgía, además, para pagar la hipoteca o el alquiler de la vivienda habitual (el 20% tenía problemas). Toda esta grave situación ha repercutido notablemente en los hábitos de consumo y se estima que independientemente de la posible recuperación, los hábitos de gasto pervivirán mucho tiempo.
Uno de los principales fenómenos que se han desarrollado y catapultado durante la crisis, son las marcas blancas, que si bien arrancaron antes de la mala situación económica, han sido alzadas por las familias apaleadas por la crisis. Además, los formatos comerciales también han cambiado muchas pautas y hábitos haciendo una clara distinción en España antes y después de la crisis, y en cómo ha cambiado nuestro estilo de vida. Ya te hemos contado el caso de las innumerables marcas blancas, pero también hay que añadir el fenómeno Primark, por ejemplo, que ofrece productos de vestir a precio de chollo.

Además, la clase media, principal locomotora del consumo, ha cambiado. Ahora está formada por aquellos ciudadanos cuyos salarios rondan los mil euros mensuales (se ha producido una perversión en este sentido, y se considera un buen sueldo).
Con la crisis, la industria ha perdido unos 660.000 ocupados, y su peso en el total de la ocupación ha menguado notablemente. Además, la destrucción de empleo del funcionariado ha traído bajas en el consumo puesto que tradicionalmente era un colectivo que podía sostener el consumo por la estabilidad de su salario y su empleo.
Ante estas circunstancias, cabe señalar también la diferencia en lo que a ocio se refiere. La subida del IVA a la cultura (al 21%) ha contribuido a que toda aquella gente que gustaba de ir al cine o al teatro no tenga más remedio que quedarse en casa. En general, la gente, además, ha tenido que reinventarse y aprender a hacer sus propias “pequeñas chapuzas” porque no pueden permitirse el pago a un fontanero o un electricista. Incluso se ha puesto muy de moda el DIY (manualidades caseras para decorar el hogar, por ejemplo).
¿Te parece que está bien retratada la España antes y después de la crisis, y estás de acuerdo en cómo ha cambiado nuestro estilo de vida? Para poder hacer frente a las inconveniencias que puedan surgirte en el futuro, si puedes permitirte ahorrar, quizá sería un buen momento. Los Planes de Pensiones MAPFRE son una buena solución para asegurar que nada nos faltará durante nuestra jubilación, independientemente de los hábitos cambiantes de la ciudadanía.