Una de las opciones para rentabilizar un activo fijo como es una vivienda es venderla, pero también existe la posibilidad de arrendarla. La dificultad de conseguir un alquiler seguro aleja a muchos de esta alternativa, pero es posible hacer las cosas bien.

Tanto el casero como el inquilino en una relación de arrendamiento de vivienda deberían preferir constituir un alquiler seguro para que la protección de ambas partes sea completa y la confianza mutua. No es una realidad tan complicada y solo hace falta un poco de previsión.

Un contrato completo y legal

Evitar redactar y firmar por ambas partes un contrato de alquiler es un error básico que aún continúan cometiendo nuevos arrendadores y arrendatarios. El contrato como instrumento para regular la relación entre ambos actores es esencial, sencillo y obligatorio sin excepciones. Si alquilas por agencia o inmobiliaria, es un trámite que tienes incluido y asegurado.

En Internet puedes encontrar diferentes contratos modelo para un alquiler básico que, además, puedes modificar y completar según tu caso o necesidades. Como mínimo es necesario que el contrato de alquiler recoja las condiciones esenciales del mismo.

  • Identificación completa y sin equívocos de ambas partes: casero e inquilino.
  • Tiempo de duración del contrato
  • Precio del alquiler, renta.
  • Condiciones para la renovación del alquiler.
  • Derechos y deberes de arrendador y arrendatario.

Tanto el inquilino como el casero deben leer completa y pormenorizadamente el contrato de alquiler y si existen dudas o problemas, nunca debe firmarse sin que éstas sean resueltas o aclaradas por ambas partes, si se quiere preservar la seguridad del trámite y que sea válido tanto en caso de problemas como para solicitar por ejemplo ayudas al alquiler.

Mejor acudir al registro

La confianza está muy bien, pero en el caso de alquilar un piso –serás el inquilino- no está de más que compruebes, de forma oficial, que el inmueble que vas a convertir en tu hogar, pertenece a la persona que te lo arrenda y que no existen problemas de titularidad o herencias que suelen ser comunes y, según los expertos, los que más problemas dan en un alquiler.

Solicitar una nota simple en el registro de la propiedad que corresponda es hoy un trámite que te llevará minutos, puedes hacerlo por Internet y sin embargo, se convierte en una garantía infalible sobre la situación legal y real de la casa que te dispones a alquilar. Datos como la existencia de cargas, breve descripción del inmueble y el nombre del propietario son datos que constan en este documento.

La fianza está protegida por ley

    La fianza en un alquiler suele ser también punto de problemas e inseguridades. Sin embargo, actualmente, el casero está obligado a depositar esta cantidad de dinero estipulada en el órgano competente asignado a tal efecto por la comunidad autónoma donde se realice la transacción.

    El inquilino debe saber que la fianza exigida no puede ser superior a tres veces la renta mensual acordada y exigir al casero el recibo de que este dinero ha sido depositado de manera oficial y legal en el órgano competente. Este trámite es esencial para poder, por ejemplo, desgravar el alquiler en la declaración de IRPF.

    Un último detalle

     Alquilar tu casa o vivir de renta no debe ser un problema ni una situación insegura. Tanto si decides alquilar en lugar de vender tu propiedad, hay formas asequibles y sencillas para dejar las cosas bien hechas y atadas contra fraudes o situaciones problemáticas.

    Si quieres completar tu alquiler y protegerlo contra imprevistos, situaciones adversas o conflictos; consulta los productos aseguradores concretos para estas transacciones que ofrecen las aseguradoras.

    Elige una póliza profesional y mantén además el Seguro de Hogar MAPFRE adecuado a las condiciones de tu vivienda para que tanto tú como tu inquilino no tengáis que preocuparos ni entrar en discusiones por imprevistos domésticos, y siempre tengáis respuesta profesional y rápida sin gastos de tiempo ni económicos adicionales.